Edwin Tinoco fue su asistente personal, testigo de mil anécdotas del famoso tenor.
El cajamarquino Edwin Tinoco, asistente personal del tenor italiano, Luciano Pavarotti desde 1995 hasta el día de su muerte, concita la atención de la prensa internacional tras haber lanzado desde ayer en todas las librerías de Italia el inédito libro de la vida de su maestro titulado “Pavarotti y yo”.
«Quiero rendir un homenaje al gran hombre que fue Luciano Pavarotti, un homenaje a alguien a quien quise muchísimo. Recuerdo su generosidad, sus ganas de vivir, la sonrisa que tenía cada mañana y con todo el mundo», señala Edwin Tinoco.
«Mi intención no es crear polémica, no estoy acostumbrado a hacer daño a nadie», declaró el peruano al diario español País, sin embargo ya se habla que el libro, incluye un momento polémico referido al encuentro en 1995 de la entonces esposa de Pavarotti, Adua Veroni, y su amante Nicoletta Mantovani.
El diario español destaca que Edwin Tinoco y Luciano Pavarotti se conocieron en el hotel Las Américas de Lima, donde el italiano se alojó a propósito de un concierto.
«Hacemos todo juntos menos el amor, porque me gustan las mujeres», dijo alguna vez el tenor para describir a su asistente.
Tinoco acompañó al tenor hasta el día de su muerte, el 6 de septiembre del 2007, donde cuenta murió cogiéndole la mano.
El libro ya se promociona como un testimonio único sobre la vida del maestro Pavarotti.
“Edwin era la sombra de Luciano Pavarotti, y bajo su sombra vivió, día a día, por casi trece años. Desde 1995 hasta la muerte del maestro en 2007, el chico del norte de Perú catapultado a veinte y ocho años en el torbellino de una vida estelar y a toda velocidad, era asistente personal, secretario, confidente, un testigo de mil anécdotas, un estilo de vida único”, se difunde en la sinopsis del libro que Edwin edita después de casi una década de fallecido a quien siempre llamó su “maestro”.
La editorial destaca la producción bibliográfica como uno más allá de todas las leyendas y falsas reconstrucciones que se han hecho hasta ahora del tenor.
La deidad de la voz renace con Edwin Tinoco quien frecuentemente viaja a esta parte del país motivado por la promoción de actividades artísticas culturales.
