• La conducta violenta se forma desde la niñez porque no se aprendió a controlar las emociones.

• Instituto Nacional de Salud Mental recomienda fomentar la comunicación, amor y respeto en el hogar.

La baja autoestima, temores, cuadros ansiosos depresivos y sumisión son trastornos que produce la violencia continua hacia la mujer y ya cuando se desarrolla un riesgo de vida ocasiona un estrés postraumático conocido como el síndrome de la mujer maltratada.

La Licenciada en psicología Liliana Vílchez Gálvez, especialista del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”, manifestó que de acuerdo a estudios en el comportamiento humano se han identificado características o síntomas conocidos como el “Síndrome de la mujer maltratada” que desarrolla la víctima basado en una indefensión aprendida tras ser sometida a ciclos de violencia constante.

Explicó que existen tres fases en el ciclo de violencia y que toda mujer necesita entender e identificar: la primera fase es la violencia psicológica: en el enamoramiento comienzan con los gestos y demostraciones de desaprobación del hombre hacia la mujer generando constantes discusiones y críticas cada vez más fuertes. La mujer se siente sometida, soportando hasta que llega un momento donde la violencia psicológica se va incrementado y va haciendo que la mujer conteste. Es ahí donde inicia la segunda fase: la violencia física. Cuando el hombre se vuelve más impulsivo, más fuerte, con deseos de hacer daño y con sentimiento de culpa por parte del hombre cuando ya agredió. La tercera fase es la reconciliación o arrepentimiento. Cuando el agresor pide perdón para que vuelva la mujer a someterse. Entonces, por la dependencia emocional, económica o por evitar la ruptura de un matrimonio o por los hijos, es que la víctima alberga la esperanza de que su agresor cambiará y de esta manera regresan al inicio de este ciclo vicioso.

La especialista indicó que la baja autoestima en la mujer tiene relación con la crianza de la mujer. Si es que ha visto violencia en su hogar entre sus padres, entonces para ella es algo normal que le suceda lo mismo. Esto se conoce como violencia transgeneracional y ese cuadro se repite. De igual manera, se muestra cuando el agresor busca una mujer sumisa como era la madre del agresor y  vuelve a repetirse el ciclo.

También existe la violencia filio parental. Generalmente esto lo producen los adolescentes hacia los padres. Ahí la madre no solamente es maltratada por el esposo sino también por el mismo hijo, esto es una tendencia que últimamente se está viendo. Por ello, también el hijo busca una mirada que sea sumisa. 

Tratamiento para la mujer que sufren de violencia

El tratamiento es un proceso largo para la mujer que ha sufrido violencia. Primero debe cortar el ciclo vicioso y pueda independizarse, pero es un tratamiento que demora tiempo, debido a que la mujer luego de terminar con el agresor, encuentra una nueva pareja y engancha en el mismo circulo de la violencia, porque no ha logrado superar la pérdida del anterior y tiene que ver con la historia personal que ha tenido la víctima. Para ello, es necesario el tratamiento psicológico con terapias individuales o el trabajo grupal donde las mujeres están en la psicoterapia grupal. 

Recomendaciones

“Es necesario enseñar desde niños la igualdad de género y dejar a un lado el sexismo tan marcado que es un resonante. En esta etapa formativa es donde el menor comienza a desarrollar factores de riesgo para que sea sometido o someta a la violencia cuando crezca. En ese sentido, exhortó a los padres a propiciar la comunicación, el amor, los valores y el respeto, donde los niños puedan crecer con buena autoestima y seguridad en sí mismos”, reiteró la especialista Lic. Liliana Vílchez.

Si reconoce estas características del síndrome de la mujer maltratada en un familiar o amiga entonces escúchela, busquen ayuda, denuncien a la pareja y acompáñela durante su tratamiento para que no recaiga y pueda salir del círculo vicioso.

Estadísticas

Los tipos de violencia que prevalece en el Perú son: La violencia psicológica que está en primer lugar con un 51%, luego la violencia física con 38% y la violencia sexual con 11%. Según el Ministerio de la Mujer, del total de denuncias recibidas en el 2014 por violencia contra la mujer.