En breves instantes el nuevo alcalde provincial de Cajamarca, Manuel Becerra Vílchez, va a presentar ante la opinión pública a su equipo de gobierno; y aunque no hay nada oficial sobre nombres, apellidos y fichas técnicas de los nuevos gerentes y asesores, voy sin rodeos al tema de la supuesta influencia “aprista” en la hegemonía de repartos de cargos, un asunto que ya es vox populi y sobre todo bien comentado en la calle, en las previas durante el servicio de los amigos taxistas.
No he podido conferenciar al respecto con el flamante burgomaestre, le escribí una invitación a su cuenta personal, lo llamé insistente, sin éxito alguno, a efectos que nos permita confirmar su aparente fórmula de “gobierno inclusivo” que de confirmarse, buscaría incorporar un grueso número de carteras en manos de connotados y renqueados ex funcionarios apristas. No tengo ninguna animadversión por los “compañeros”, pero es de imaginarse todas esas malas intenciones allá en el otro extremo anti-aprista.
Muchos podríamos coincidir de lo que se trata es que la nueva autoridad consiga a los mejores técnicos para conseguir un buen gobierno, sin observar su militancia o trayectoria política, definitivamente en el APRA existen buenos profesionales, probablemente todos los que ha convocado lo sean. Quisiera entender a lo mejor una supuesta fórmula de poder compartido. Está bien culantro, pero no tanto, o sea dos le acepto, tres puede ser, pero más de cuatro en el carro ya es como para reventar la llanta. Me parece que el debutante no está midiendo nada de temores por auto crearse áreas vulnerables para sus malignos oponentes que los hubiera imaginado menos afiebrados y fuera de control con una plancha más fujimorista monopolizando el poder municipal de cara a una nueva temporada electoral que tiene entre los favoritos justamente a Alan y Keiko como bolos fijos para las presidenciales.
Vamos a esperar atentos la presentación de su equipo y cómo se asignan las gerencias y puestos claves; Quién más que Manuel para conocer de aquél mal antecedente de comportamiento aprista cuando le falsearon la firma y lo dejaron fuera de competencia electoral. No sabemos en verdad con qué equipo está calentando motores, no sabemos si apostará por una cuota de género entre sus convocados, pero ojalá que todo este murmullo se quede en el plano de la especulación, es mi deseo, como el de muchos ciudadanos llenos de fe y esperanza en el nuevo alcalde conforme se vaya arraigando en un gobierno alejado de todo tipo de sectarismo, por el bien de Cajamarca, aquí donde todo debe empezar bien, sino lo mismo que nada.
