Siempre me estoy haciendo la misma pregunta, cuando me veo involucrado en la famosa “transferencia interbancaria”. Es hora que la Superintendencia de Banca y Seguros nos brinde una respuesta cierta, convincente y razonable del por qué en la era digital el dinero demora tanto en llegar de un banco de origen a otro banco destinatario como si aun estuviéramos en la época de la carreta.
A veces con la natural malicia, imagino que algún adicto a la viveza criolla se queda con nuestro dinero dos días a “mover” y de esta manera ganarse indebidamente algunos puntos con nuestro dinero, mientras que uno padece el incremento imperdonable de los intereses de los compromisos crediticios asumidos. Fatal espera.
Sueño con la buena noticia que algún día los bancos en este competitivo mundo de ganar confianza en sus consumidores, puedan estar ofertando las transferencias interbancarias en cuestión de segundos para estar a tono con los tiempos modernos, caso contrario preferiría el envío en alguna acémila de carga, como la gráfica que adorna este comentario a manera de protesta.
Los peruanos anhelan la inmediatez en los procesos bancarios, así como la velocidad en estos modos de pagos, necesitamos sentirnos cómodos con estos servicios. Los banqueros tienen que ponerse las pilas, porque eso que el banco cierra a tal hora y abre al día siguiente y hay que esperar la cola de las operaciones de esta naturaleza ya no es justificable para la era digital y obviamente están ahorrando combustible que no debería irrogar pago adicional alguno ni al remitente ni al destinatario.