Una luz de esperanza a nivel mundial.
Las autoridades de Rusia se encuentran generando gran expectativa luego de anunciar que tendrá lista el inyectable para erradicar el nuevo coronavirus en dos semanas aproximadamente, generando una luz de esperanza para quienes esperan que la “normalidad” regrese lo más pronto posible.
Con millones de contagiados y miles de fallecidos alrededor del mundo, la pandemia del COVID-19 viene siendo catalogado como la “peor” plaga que la humanidad haya presencia, pero confían en los trabajos que viene desarrollando los científicos del Instituto Gamaleya de Moscú.
Asimismo, la Universidad de Oxford también se encuentra trabajando sin descanso con la finalidad de encontrar el antídoto capaz de eliminar el SARS-CoV-2. “Es un momento”, dijo Kirill Dmitriev, jefe del fondo soberano ruso que financia el proyecto, a CNN haciendo referencia al lanzamiento en 1957 del primer satélite soviético al espacio.
«Los americanos se sorprendieron cuando escucharon el pitido del Sputnik. Será lo mismo con esta vacuna. Rusia llegará antes», agregó sobre la vacuna, recalcando que los primeros en recibirla serían los profesionales de primera línea que luchan contra el virus.
Resultados sin mostrarse
Hasta el momento, Vladimir Putín ni alguna otra autoridad del gobierno ruso han revelado algún dato de los ensayos masivos con humanos a los que debería someterse la inyección antes de autorizarse oficialmente su distribución, periodo en la que ya están otras vacunas como la de Moderna (Estados Unidos).
Según el ministro de Defensa, Sergueí Shoigú, el Instituto Gamaleya esperaría concluir la segunda fase de pruebas el 3 de agosto luego de contar con la participación de miembros del ejercito y, posteriormente, comenzar la tercera fase mientras se va suministrando la vacuna a los sanitarios.
Cierta desconfianza por la vacuna
El posible inyectable de Rusia viene generando críticas porque consideran que dicho anuncio es “humo” debido a la premura de sus investigaciones y que se trata de un intento de Vladimir Putin para presentar a su país como “potencia científica” contra el nuevo coronavirus.
