Proyecto «La Ruta Atahualpa 500 años» apunta con los niños a rescatar el enorme potencial cultural que guarda Cajamarca.
Cajamarca.- El actor Reynaldo Arenas Horna, de 81 años de edad y con 50 años de trayectoria en el teatro, cine y televisión, todo un referente de la actuación en el Perú, se encuentra en la histórica ciudad de Cajamarca, con más precisión cerca del famoso «Cuarto del Rescate» del soberano Atahualpa, haciendo con los niños un corto rodaje que marca el inicio de un ambicioso proyecto denominado: «La Ruta Atahualpa 500 años», el inicio de toda una revolución cultural.
Esta vez no está encarnando a ningún personaje de nuestra historia, sino es el Reynaldo de la vida real, el protagonista de su compromiso con la cultura peruana, siente que ya se aproxima su retirada de la actuación, pero resistente está avocado con mucha honra y vida, labrar con niños, la tradición cultural, una iniciativa que va encontrando en el camino la suma de amigos como el productor Roberto Vargas y el camarógrafo chotano Miguel Piedra, que están con él en esta ciudad, marcando el camino con una primera fase denominada «El Museo en las Sombras».
Se reune en el restaurant «El Rescate» con los comunicadores de Cajamarca, para lanzar su primera proclama llamando a una correlación de fuerzas por la cultura de Cajamarca, todos lo identifican por su rol destacado en el cine como el Túpac Amaru II, mientras el propietario del establecimiento, Francisco lo «apresa» con un delicioso caldo verde, el clásico del desayuno cajamarquino.
Reynaldo Arenas es recibido en el Restaurant El Rescate, por su propietario el cheff Francisco Guarniz.
Reynaldo Arenas Horna, nacido en el Cusco, con una mezcla de raices de sus progenitores de Celendín y Puno, añade que es primo hermano del ex alcalde de Cajamarca, Emilio Horna. Ha regresado a Cajamarca con la misión de trabajar con los niños y rescatar y revalorar Cajamarca.
¿Cajamarca tiene teatro? – nos pregunta Reynaldo Arenas – la respùesta es coreada por todos, sí pero permanece cerrado, a pesar de los millones de soles que han aportado los sectores público y privado para su restauración de nunca ver. No oculta su impacto, pero a la vez su esperanza de repetir sus hazañas culturales con miles de niños que ha podido rescatar en múltiples proyectos. Cajamarca merece un gran centro cultural, nos dice y la revolución ya está en marcha, «es una tarea de todos», añade.
Reynado Arenas desayunó con los comunicadores de Cajamarca.
Sigue reiterando la idea, la visión, apuntando las experiencias innumerables de su trayectoria y al salir le pedimos retratarse en el frontis del Cuarto de Rescate, es inevitable que la gente se le acerque muy emocionada para tomarse fotos, hasta el artista plástico Carlos Ramos le pide un autógrafo en su obra de arte.
Reynado le concede un autógrafo al artista plástico Carlos Ramos en su obra de arte.
Luego emprende el corto rodaje con los hijos de Miguel Piedra, estan por la plaza de armas filmando las diversas locaciones. Personajes como él no pasan desapercibidos y a cada paso le piden fotos.
Disfrutando el caldo verde cajamarquino.
Esta entusiasmado con la puesta en escena de las obras «Mi Vallejo» y una encantadora versión de Geppetto y Pinocho, que sería formidable estrenarlas acá, pero por ahora lo que tiene bien fijado en Cajamarca es hacer hincapié de las cosas maravillosas que esta tierra lleva inmersa y que se necesitan explotar como el dulce sonar del Clarín, que así sea.
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